Cuando una mujer se queda embarazada, es muy común que reciba la fatídica noticia de que no puede comer ni jamón ni ningún tipo de embutido. En España, el embutido casi forma parte de la dieta, y se hacen eternos esos 9 meses sin poder consumir estos alimentos. De todos modos, ¡no está todo perdido! Hay embarazadas que pueden tomar embutido... ¡sigue leyendo y te lo contamos!
Toxoplasmosis: Qué es y cómo evitarla
Las mujeres embarazadas corren el riesgo de contraer toxoplasmosis, una enfermedad tan peligrosa para la futura mamá como para el bebé. Se puede contraer al comer alimentos en mal estado, carne cruda o semicruda, tocar las heces de gato sin protección o beber agua no potable.
Si vas a ser mamá y quiere asegurarte de si has sufrido o no esta enfermedad parasitaria, deberás realizarte un toxo-test. Si ya te has enfrentado al parásito, el resultado será positivo, lo que indica que no puedes contraer de nuevo la enfermedad. En caso de que el resultado sea negativo, deberás tener mucho cuidado.
Bien, si es positivo, es que ya has sufrido la enfermedad. Así que, ¡podrás comer jamón y cualquier embutido sin problema! En cambio, al ser negativo, debes tomar toda precaución para evitar contraer la enfermedad. Si un bebé contrae este parásito y sufre toxoplasmosis congénita, podría enfermar sintiendo fiebre o sufrir consecuencias peores, como la ceguera. De ahí la importancia de no comer embutido, ni siquiera congelado, ya que este parásito es resistente a temperaturas inferiores a -21º,
Puede que pienses que 9 meses sin disfrutar de un bocadillo de chorizo, un plato de jamón o un buen surtido de ibéricos, pero piensa que lo más importante es asegurar vuestra salud. Y en cuanto tu bebé y tú estéis bien, ¡podrás comer todo el embutido que quieras! ¡Y disfrutarlo al máximo!
Y si estás leyendo esto y tienes a una futura mamá cerca... ¡no dudes en comprar embutido casero para darle una sorpresa!